Saber que hacer, pero no saber cuando avanzar.
Parece que retrocede intentando caminar hacia
delante, baja por la izquierda y se perdió por no
ingresar en el momento justo,
justo antes de que sea demasiado tarde.
Mira hacia atrás y no hay nada, no hay pasado, no hay rencor ni remordimientos para nadie
es un camino blanco queriendo ser pisado y ansiando manchas tanto buenas como atroces.
Vuelve la vista hacia adelante, y sonrie con tal
inocencia donde el brillo de
sus ojos resplandecen todas las baldosas de la vereda.